32114scr_654aa682ea813a1Uruguay comenzó a discutir la reforma de sus cárceles a mediados del siglo XIX, contemporáneamente a la formulación y la construcción de las primeras prisiones de la región. Ubicamos el inicio de esta investigación en 1862, año en que el Poder Legislativo aprobó la primera ley que establecía la construcción de una Penitenciaría, la cual fue finalmente inaugurada en 1888. Esta ley está enmarcada en dos procesos que se iniciaban tímidamente. En primer lugar, en la década de 1860 una nueva sensibilidad comenzó a manifestarse más firmemente en el discurso de la clase dominante uruguaya: el castigo del cuerpo dejó pasó a la prisión del alma.
En segundo término, estos actores empezaron a concebir un país en franco progreso institucional y material, que se comparaba orgulloso con la civilización europea y que miraba al futuro con el convencimiento de que un nuevo país estaba naciendo. El Uruguay de las guerras y la anarquía institucional parecía apagarse en el oscuro agujero del tiempo.
Estas transformaciones consolidaron nuevos grupos de poder político, en especial durante la dictadura del coronel Lorenzo Latorre. La política carcelaria de este gobierno, indisolublemente ligada a las necesidades productivas del país y con un fuerte sesgo militar, fue determinante en la conformación de la nueva sensibilidad.

Integrantes del equipo:
Verónica Roldós
Rafael Rey

Docente orientadora:
Ariadna Islas