Las enfermedades fúngicas pueden afectar la piel, pelo, uñas, y al tracto respiratorio. En contraposición a la medicina humana, en animales son consideradas de poca relevancia [8]. Existen pocos tratamientos efectivos, la mayoría a base de aplicación tópica en pomadas o soluciones de lanolina, tinturas de yodo, entre otras [9]. El desarrollo de nanomateriales con fines médicos ha ido en aumento y perfeccionamiento desde la década de los 80. Las nanopartículas de plata son conocidas por su actividad antifúngica, hay diferentes métodos de síntesis muy conocidos que por lo general involucran reactivos o solventes nocivos. Este trabajo se propuso obtener AgNPs a partir de biosíntesis con extractos naturales de saponinas obtenidas de Enterolobium contortisiliquum. Los resultados obtenidos a partir de los espectros UV-visible parecieran indicar la formación de nanopartículas entre 30 y 60 nm, aunque debido a la baja intensidad de la señal observada habría que realizar estudios complementarios para poder confirmarlo. Las soluciones finales no presentaron actividad antifúngica frente a Rhizopus y Aspergillus niger. El estudio espectroscópico de los materiales evidenció una gran concentración de impurezas como sacarosa y sus productos de hidrólisis (glucosa y fructosa) que permitieron nutrir y fomentar el crecimiento del moho, superando cualquier efecto antifúngico que pudiese llegar a tener las saponinas de las muestras y la plata.